ME CAGO EN EL DRAGÓN.
Me tienen que disculpar porque hoy no voy a ser ninguna bomba de entusiasmo. Dije que sería honesta y aquí voy, porque esto es tan real como los atardeceres en Istanbul o despertarme a punta de monjes cantando mantras en Kathmandú.
Estoy preocupada, nerviosa y un poco perdida. Siento que vivir fuera del "matrix" es mucho mas simple que vivir bajo las reglas de este sistema. La verdad es que llevo un par de días donde la angustia me consume, tengo que meditar para poder dormir y lo que antes veía como un "Todo Pasa" hoy lo veo como una sentencia sin salida. Lo peor es que las circunstancias no han cambiado nada, pero mi percepción si.
Un amigo que me acompañó por email mientras viajaba, me habló del "Heroes Journey" hace un tiempo... y la verdad es que me sonaba, pero no conocía de qué se trataba... (Tú tampoco? aquí te pongo un link)
No puedo negar que me identifico mucho con esta fórmula... sin duda me costó tomar la decisión de salir de mi zona de confort, lo que realmente era una cosa urgente porque sentía que me ahogaba entre tanta normalidad. Sin duda he encontrado grandes mentores, obstáculos, dudas y momentos de soledad. Me han sorprendido enemigos en mis amigos y amigos eternos en gente que ni conocía. He descubierto virtudes en mí, que no sabía que existían. Sin duda he recibido recompensas extraordinarias y durante todo el viaje me ha acompañado una sensación de CERTEZA en la que puedo descansar de vez en cuando cuando las cosas no van como lo esperaba, donde "I just Let it Go". Pero sé que este viaje no ha acabado. Sé, que para que este "journey" tenga sentido, aún falta mucho por alcanzar, por probarme que soy capaz. Pero justo cuando estoy en ese momento donde me toca materializar todo en lo que creo (y la verdadera razón por la cual inicié este camino) me encuentro cara a cara con mis mayores miedos, me siento más vulnerable y frágil... y por primera vez desde que arranqué, siento no tener la respuesta.
Estoy pasando la prueba más dura que se me ha presentado hasta ahora, una a la que todavía no he logrado ponerle nombre. Esa prueba, que si no paso, quienes más quiero pagarían las consecuencias de mis "inventos". Esa batalla contra mi misma en un terreno donde ya no hay más nadie que yo, donde no hay mentores, ni apoyos... quienes me acompañaban de pronto ya no están y nadie va a venir a rescatarme. Es un lugar feo y frío, pero necesario. Tengo que admitir que lo esperaba sin querer llegar, donde sé que me toca utilizar todo lo que he aprendido en este tiempo. Todo ese crecimiento y las herramientas que me encontré en el camino, no eran para guardarlas en una vitrina, para coleccionarlas, ni para mostrárselas a nadie... me siento como en esos juegos tipo Zelda (cédula al piso btw) donde vas acumulando super poderes, armas y bombas mágicas que te toca administrar en el camino para tener suficiente POWER cuando te toque enfrentar al Dragón de tres cabezas.

Entonces en días como hoy, que sé que por muy fea que se vea la cosa, lo que está detrás del Dragón es la Princesa... me miro al espejo en la mañana y escojo mi SUPER POWER del día.
Pa'lante es pa' allá.
C