A-FO-CA-DA
Ayer no dormí en toda la noche. No sé si era la emoción de viajar, si era la nostalgia de despedirme de mi casa en Phuket, o era que me tenía que despertar a las 4am y no quería quedarme dormida. El cuento es que llegué a Singapore tempranito y me fui a pasear de una.
Esta vaina es increíble. A menos de una cuadra de mi hotel me encontré a dos obreros limpiando de la calle, si, el asfalto! Estaban recogiendo el polvito ese que bota la construcción... pero hasta con escoba y recogedor!! Todo es impecable, te puedes ir en patines y con los ojos bendados por toda la ciudad que nunca te vas a caer... no hay un hueco, una rama atravesada, una piedrita fuera de lugar NADA. Después de venir de India, Nepal y Tailandia me siento como en Disney!


También es una sociedad muy disciplinada. Las reglas y los impuestos son muchísimos! Aquí está prohibido el chicle para que no se quede pegado en la calle. Fui a un parque de diversiones y no habían cotufas porque "ensucian" (y me toca ir a un cine para corroborar si esta gente no sabe lo que es vivir) Pero en tan sólo un día, Singapore me parece una versión Asiática de Dubai, hay gente de todo el mundo y hasta el inglés es lengua oficial, me siento como en un Miami estratégicamente ubicado. Es una cultura super occidentalizada y la verdad, la creatividad arquitectónica, sistemática, culinaria, artística, pues por todos lados, me tiene A-FO-CA-DA.


Pero quiero contarles algo que me pasó y que no le importa a nadie pero me dejó loca. Como en toooda Asia, el consumismo en Singapore es impresionante y aquí se hace con caché. Entré muerta de calor a una de estas estructuras espectaculares que hay por todos lados y resulta que era un mall. Un mall con todas las marcas de diseñador que se les pueda ocurrir, las occidentales, las orientales y las de gente normal también.
Aunque yo no soy de las que tiene chequera para comprar en estas tiendas ( jajaja y que chequera... se me cayó la cédula..) Bueno, alguna vez me he dado mis gusticos, pero yo honestamente siempre he disfrutado el window shopping tipo pa' inspirarme. Ver todas esas carteras belliisiiimas, los zapatos espectaculares, la ropa increíble y sin ningún tipo de sufrimiento ni "ayy yo quiieeero" ni nada de eso... pues no sé que me pasó. Después de entrar en Dolce Gabbana y estando en Channel, me dió como fatiga, como guácala... jajajjajaa.... No se si fueron los cuatro meses en havaianas que llevo, el cambio de seña que siento en mi vida, el hecho que no tengo dinero para gastarlo en eso, no lo sé... pero ojalá me dure!!! LOL

Singapore es chiquito. En un día casi conocí todo y sin haber dormido nada! Creo que los cinco días que voy a estar, son perfectos para verlo un poco más y mejor. De una les cuento que la gente es sencilla y super amable... hay un Little India y un Chinatown como en toda gran ciudad, se come super sano y todo el mundo corre.
Bueno... quería escribirles desde Singapore de una, y antes de que se pase el WOW de la primera impresión. Estoy aquí dándole a uno de esos palitos con Nutella y un tecito verde (ya saben -balance) en el lobby del lugar donde me estoy quedando. Un"Boutique Capsule Hotel" super cool que es una maravilla por 30$ la noche con un buen desayuno incluido y con lo caro que es este país, es una ganga.

Bueno... ya me falta poco para terminar este viaje, esta batuqueadera de mata, esta cosa hermosa que me ha dado mucho más que sellos en el pasaporte.
Y al mismo tiempo, siento que todo apenas comienza.
Les mando un abrazo!
C