Cuernavaca
En plena recuperación de la moridera que me dió, nos fuimos a pasar el fin de semana en casa de los Papas de carla en Cuernavaca. Ahí sí le di duro a los tacos, el picante y todo lo que me pasó por delante, me desquité.


Una delicia estar en esa casa, con más de 30 años de recuerdos que ahora disfrutan los nietos... realmente fué un privilegio compartir con ese familión.
