Quedarme en esta casa ha sido como tener una familia prestada. Ayer hasta me regañaron por estar de metiche en la cocina. Lo más bello no es lo que yo siento, sino cómo me hacen sentir. Está claro que los cubanos saben lo que es importante. Que las cosas se consiguen, o no, que los pesos vienen, o no, pero con la familia no se negocia. Y mientras más grande sea, mejor.
Betsy Betsy Betsy. Esta mujer es especial. Hospeda a turistas en su casa, y el que llega a aquí no puede resistirse a su cariño, a su franqueza y a sus jugos de fruta bomba. Ella no cambia a su Cuba por nada: "cada vez que me cuentan de lo que pasa allá afuera más quiero a mi Cuba" y aunque a ella no le importa, por ley, no puede comprar langosta ni carne de Res. Eso es de consumo exclusivo para hoteles y restaurantes de turistas. Su mamá vivió en la época de Batista, cuando el color de su piel la limitaba a vivir en una zona designada, iban a un colegio de negros, y no podían mezclarse con los blancos. Entonces llegó el barbudo éste, Fidel Castro. Quién les dió una casa en plena Habana cen
Ella es Stella, es Alemana y tiene 19. El es Valeri, de Georgia y tiene 22. Los conocí en Casa de Betsy y se quedan 2 meses en Cuba. Pasan horas y horas en la terraza de arriba, él auto aprendiendo español, mientras ella dibuja mujeres, que es lo único que disfruta. Lo de él es la poesía, los tabacos y el Ron.
Con 8 años de matrimonio, el esposo de Liz tuvo un accidente de motocross que lo dejó adicto a las pastillas. Ella tenían dos niñas pequeñas, que a en ocasiones se encontraron a su papá en un callejón o debajo de un puente. Hoy, con ron, brindamos por un año del descanso de Walter.
No es que sea grosera. Así se llama la pieza. La revolución también puede tener tetas. Y Muchas.
Cuando empecé este viaje tenía a Cuba entre ceja y ceja porque:"Quien sabe como este en un año, con Mc Donald's y todo" pero que va... llegue tarde. Aún no hay Mc Donald's pero le falta poco. En Cuba, hay un contraste muy marcado entre lo que se le muestra al turista, y lo que viven los cubanos día a día. Lo peor chico, es que a ellos no les importa... le siguen el juego, al final, el turismo es la vía de ingreso mas lucrativa de la isla... Si medio tienes pinta de turista, te caen encima... "where are you from?" (siempre la misma línea) Hasta los ignoraba pero si insistían mucho, les respondía en el maracucho más intenso que me salía y siempre quedaban locos porque creían que era gringa. Pe
Todo el mundo lo dice, y es cierto. Lo bello de Cuba es su gente. Se vive una vida ingenua, lenta, sin apuros. Me recordó cuando era niña y mi preocupación era ir a jugar y hacer la tarea - en ese orden- bueno, así se vive en cuba. Pero en vez de la tarea, se busca comida.
Esto sabe como a trapo - me salió del alma cuando probé la Cristal, La preferida de Cuba, pero bueh... está bien fría. Al fondo suena a toda mecha, Me va a extrañar, de Ricardo Montaner y el vecino de este lado tiene a Juan Luis Guerra para hacerle compañía. Decido finalmente darle un chance al único libro que bajé al Kindle cuando lo estaba probando en el aeropuerto. Resulta que se trata de una mujer que tiene 38 años, es madre y se fué sola de Londres a Bagdad en 1942 para salir de todo lo que conocía. Cuando levanto la mirada para quejarme de que me está quedando el fondillo cuadriculado, el cielo está rosado, los perros ladrando, la guerra de minitecas andando y le doy otro trago a la ce
Originalmente el vuelo era el 22 de Enero, saliendo de Miami para Cuba... pero se me quedó el pasaporte en la maleta del carro, que se dia estaba en el taller... así que me fui el 23!
